Referencias
La historia del Hercólubus se remonta a mucho antes de los Mayas. En el legado de las más antiguas y diversas tradiciones y culturas se menciona constantemente un astro que visitaría la Tierra periódicamente, cada cierta cantidad de milenios, y que ha sido bautizado como Planeta X, Ajenjo, Marduk según los babilonios y Nibiru según los sumerios, que hablaban de un planeta cuya órbita se extendia por otros sistemas solares y que era habitado por la civilización de los Anunnaki o Nefilin, que utilizaban la órbita singular del planeta como un observatorio en movimiento. Más recientemente se lo a denominado Hercólubus o Hercóbulus. Pero en lo que sí existe concenso es en que la aparición de este cuerpo coincide milenariamente como el fin de las civilizaciones. Vendría a ser una especie de filtro o catalizador que cada cierto tiempo purifica y limpia la Tierra de las impurezas con que los seres humanos la contaminan, dando paso a nuevas eras. Cada pasada del Hercólubus sería un nuevo Apocalipsis para la Tierra. Pero para cada civilización sería el único. Pese a lo falseado de muchas informaciones y del manto de silencio y censura que oficialmente se intenta desplegar en torno al tema para evitar el pánico, se afirma que los astrónomos detectaron al planeta hace más de 20 años, y que la preocupación en los medios de inteligencias de Estados Unidos es enorme, ya que Hercólubus estaría llegando a Plutón. La principal base en la que se afirman las hipótesis para creer que hay un "algo" extraño dando vueltas es la curvatura de la luz alrededor de la masa planetaria, debido al gran poder gravitacional que ésta tiene. En 1980, el periódico O Globo de Brasil informó que las sondas Pioneer 10 y 15 buscaban un supuesto planeta X que con su fuerza gavitatoria alteró las órbitas de Neptuno y Urano. Según el astrónomo Joseph Lando, los cometas comunes como el Hale-Bopp alcanzan su velocidad máxima al circundar el Sol (unos 30km/sec) y su velocidad mínima en el punto más lejano del sol (unos 2 km/sec) a unos 36,000,000,000 km de distancia. El Hercólubs, en cambio, no se comporta de esta forma porque está orbitando dos estrellas, y su velocidad máxima la alcanza justamente en medio de ambas.
Fotos Recientes tomadas en Lima -Perú
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